" Eje central " del karate.

“EJE CENTRAL” DEL KARATE

El KARATE y sus katas son la excusa externa para hacer un viaje interno de liberación y desbloqueos. Y su grandeza se ha de medir por la virtud interna, no por la forma externa.
Resulta irónico que, el hombre nació desbloqueado, pero por todas partes hay bloqueos. La alineación rígida que sufrimos, es producto del rancio abolengo tradicional que sabe a parvulario: posición anclada, músculos que se apretan, ESPALDA ATIRANTADA HACIA ARRIBA que obliga a espetar la posición, etc…
Estas espurias costumbres han llevado al suicidio del arte, han dado al traste a muchas espinas dorsales y han imposibilitado:
-La transmisión del esplendoroso “FLUJO DE KI”.
-La consumación sublime de armonizar con el oponente a través del principio de no resistencia.

Pero el motivo de tanta impostura es, a causa de que, es más fácil engañarse que desengañarse.
No hace falta esfuerzo para dar todo lo que es fácil de entender por verdadero.
No hace falta esfuerzo para creer que hay que enderezar la postura y atirantarla con los músculos antigravitatorios, atiesando la espalda como si la cabeza hiciese fuerza hacia el techo, presentando el pecho con presunción y curvando los lumbares.
Pues bien, así como hagas la cama tendrás que acostarte en ella. Hacer la cama, creyendo lo que dicen “los que saben”, reforzados por el “efecto halo”, es más fácil que pensar. Pero creer, sin más, adolece de buena visión.
De hecho, es muy corto de miras obstinarse en no reconocer que, la colocación de la espalda enderezada en las técnicas es un simple disfraz de naufrago. A poco que se experimente, se averiguará que el precio que ha de pagarse por estos vicios disfrazados es transformarnos en una pieza fácil de desenraizar y desequilibrar, que coloca los segmentos corporales en planos, líneas funcionales con la fuerza muscular en efecto de ariete que provoca un vector de resistencia con el adversario, y que estanca la transmisión de las fuerzas ondulatorias de KI, que deberían conectarse y propagarse por la espalda.
En la vida, no hacen tanto beneficio la verdad como daño hacen sus apariencias, y eso nunca fue tan verdad como en errores que se desprenden de la falta de “eje central”, y que los entendidos en la materia tememos tanto como el diablo al agua bendita. Me refiero a la estructura trabada, “ITSUKU”.
De lo dicho, no hace falta ser un lince para deducir que, de existir algún secreto para estructurarse, este debe ser sin trucar groseramente el aspecto erguido. Pues si. Y por cierto, este es el rasgo distintivo, así como el “principio axial” que supera toda estimación. De hecho, todos los demás OKUDEN (principios secretos del karate) se construyen a partir de este antiquísimo principio que ha sobrevivido a las fauces del tiempo.
Nos referimos al milenario SEICHUSEN (正中線) SEI: correcta, CHU: central, SEN: línea. Que fluye ligera hacia el cielo por el centro del TANDEM y que permite aflorar los juegos de “KI” desde el interior.
Pues bien, como vivimos en la época donde los ojos son más testigos que las orejas, y donde si se quiere ocultar de la mayoría, un secreto, basta con escribirlo en un largo artículo…es por lo que prefiero mostrarlo en un video. Y por si, todavía, hay por ahí alguien que lea, en el siguiente post explicaré paso a paso como CONSEGUIR EL EJE CENTRAL.

Y para cerrar el panorama, deseo dejar claro que entendiendo que hay niveles de comprensión, estoy también a favor de quienes atirantan dramáticamente la espalda como aconseja el peso de la tradición, porque es mejor que estar mórbido. Pero en estos momentos ¡que se va a hacer! ya me molestan tanto los refugios de la ignorancia, que por eso me siento más a favor del discreto encanto del “eje central” que nos despierta a una plácida sensación de completa transformación:
Cuando vamos a realizar una técnica, COLGARSE DE UN HILO VIRTUAL  sirve para mantener el centro  corporal equilibrado  como un péndulo que cuelga de un hilo de goma. Una bola de plomo virtual que corresponde a los órganos internos y respiración, cae dentro del bajo vientre. Con esta “Caída Interna Gravitatoria” la cadera desciende un poco más que la cabeza, y cuando la presión llega al suelo, rebota en vertical, creando el fenómeno SUSPENDIDO DE UN HILO, y en todas direcciones, en un fenómeno denominado “DISPERSIÓN ASCENDENTE DE LA ENERGÍA”. Usando así las fuerzas gravitatorias y centrífugas a nuestro favor y adoptando la forma de la técnica correspondiente con resultados portentosos.
Otro interés práctico de este concepto estrella, radica en gravitar en torno a un eje que compensa las acciones del oponente en un “punto de presión cero”.  Y de ahí, aprender a desenfocar dicho eje en torno a un centro de masas que es el punto en el espacio sobre el que gira el cuerpo de ambos contendientes, que como flotando en el mundo nos hace participar de la danza del “IN-YO” del cielo y de la tierra. Y, que a través del “hacer sin hacer”, aligerándose por completo, disimula el rigor de la rectitud en vez de simularla. Con esto quiero señalar que, a cada cual su verdad porque así como es muy fácil creer en algo cuando no se comprende en “algo”, resulta comprensible que, para no creer en algo, primero es necesario creer y después descansar el corazón de tantas losas que se han puesto y de tanta niebla que ha caído en la mente, para por último, tener el coraje de perder de vista la costa y descubrir nuevos océanos.
Así que no hay prisa, puede llevar  su tiempo aceptar ciertas cosas.

CONTINUARA ...



Defensa personal (Tai-Jitsu) Artsport Felix Shotokan.


¡¡¡  ATENCIÓN !!! cambio de fecha para el taller de defensa personal para principiantes, 
8 de marzo a las 19h.














Combate próximo por luxaciones.TEGUMI Tui-Te.Félix Bargados.

A cada cual su razón.

A CADA CUAL SU RAZÓN 

Hace un par de días, me ha ocurrido un incidente, que servirá para aportar un nuevo rayo de luz al KARATE ORIGINAL de origen chino (no me refiero a la versión japonesa). 
Un supuesto “gran maestro” de cuyo nombre no quiero acordarme por cuestiones de cortesía, ha intentado sin éxito, darme una lección sobre lo que él consideraba una tradición trascendental. A saber, que en un estilo, tal posición se realiza de una manera y en otro estilo de otra. Pues bien, como ayuda explicativa, en ambas me instrumentó tal infantilismo con la rigidez y acartonamiento posicional con la que se enseña a un principiante. Y, para más inri, con la irreverencia que obliga a darse la vuelta y tomar las de Villadiego.

No estoy en contra de las tradiciones, ni del karate tradicional. Lo que estoy en contra es de las estupideces. Y más contra las que van de un profesional a otro.
Un profano, tiene razón en aceptar un patrón posicional estandarizado y rígido para aprender algo. Sin embargo, un MAESTRO hecho y derecho, sabe que las TRADICIONES deben ser TRASCENDIDAS. Las posiciones son transiciones congeladas para enseñar a un profano en la materia. Pero…las posiciones, en realidad no existen como algo fijo y estricto, si no es como necesidad de explicar ostensivamente la parte inicial o el final de los movimientos técnicos. Lo que si nos conviene creer como algo que merezca la pena, es en una POSICIÓN “RELATIVA”, enraizada abajo y flotante arriba como una pelota que fluctúa sobre el agua y permite disponibilidad de movimiento. Dicha posición sería adaptable y cumpliría la misión de contener la fuerza gravitatoria. Y, como consecuencia, el movimiento de karate que de ello se desprendería, sería un continuo fluido que se vehicularía con las técnicas pertinentes.
Agregemos que, por razones fáciles de comprender, las teorías no suelen adoptarse o rechazarse por sus méritos operativos, sino por intereses metodológicos, o en el peor y más común de los casos, con la cancamusa de unos intereses políticos, afinidad temperamental o por simple y llana estultícia. Ninguna de estas últimas es buena razón. Pero, nada me lleva a no aceptar que, CADA CUAL CON SU RAZÓN haga lo que le plazca. Yo no la pondré en un altar y la llamaré tradición. Más bien atestiguo con modesto enfado que, a estas alturas me niego a ser una versión folclórico-nipona del tonto del bote.
Maestro de karate.

Una perspectiva gentil del karate.

UNA PERSPECTIVA GENTIL DEL KARATE.
Nunca lo que menos importa debe supeditarse a lo que más importa.
Nunca debería ser la configuración externa o continente el motivo de la práctica, sino los elementos quintaesenciales. A tal alusión, hay una perla de sabiduría Oriental que reza así: Si usas las “técnicas” saldrás derrotado. Esto quiere decir que no son las “técnicas” y su glamour lo que verdaderamente importa, y que por extensión, no es mejor la burbuja del judo porque tenga predilección por las proyecciones, o el deslumbrón visual del aikido porque presuma de más luxaciones. Eso nos colocaría de espaldas a lo que importa. Porque lo dicho; las técnicas, sólo son la guinda del pastel, el acabado final del “vaporoso misterio” que verdaderamente importa: 
El aire sutil de la manera de proceder.
El filtro fino de la TECNICA por antonomasia (no las técnicas). 
Los fascinantes principios que nos enseñan a hacer más con menos.
No el retorcido mundo de las “mañas” que tanto ruido hace.
Y lo digo porque nos consta que, vivimos la rosada nebulosa era de las artes mixtas, y por extensión, el cameo de un karate mixto, en donde por doquier nos ufanamos en blanquear el karate falsamente, engañando sin mentir al incorporar anárquicamente técnicas de otros sistemas sin tener en cuenta la compatibilidad de los fundamentos integradores. Gustando de lo ajeno más por ajeno que por bueno. Y quien felizmente adolece de la patología de incorporar al KARATE técnicas de otros artes, como un circo de notoriedad apariencial en aras de la coherencia del sistema, es que tiene un conocimiento de los artes marciales, que brilla por su ausencia hasta extremos desoladores.
El KARATE ya tiene en sus katas variedad de técnicas de todas las coloraciones, no sólo las de golpeo. Aunque hay que aprender a verlas todas. Dicho esto, conviene señalar que, lo que diferencia al genuino KARATE "CLASICO" (de antes de 1.898) de otros sistemas, y del prosaico KARATE “TRADICIONAL” que camina por las calles de hoy (impuesto con la restauración Meiji como telón de fondo) son sus valores angulares, no las técnicas. Fundamentos que nada tienen que ver con los impostores de tres al cuarto que abriga el “establishment”, tan acriticamente, en el manufacturado KARATE "TRADICIONAL”, y que actúan con la hecatombe de un igualitarismo inaudito, bajando el listón para que lo entiendan los tontos…como por ejemplo:
-Asociar “kime” con la grotesca rigidez muscular instantánea en el impacto, en vez del espléndido flujo de “ki”.
-Disfrazar las posiciones de equilibrio estático y postureo brutal que deja bastante que desear, en vez del equilibrio dinámico que corresponde.
-Pensar que el concepto “hikite”, es llevar el brazo contrario a la cadera, en vez de ser una compensación del sistema sin necesidad de llevar ningún brazo a un sitio específico.
-Usar la cadera a guisa de impenitente generador de fuerza, en vez de direccionador de la misma. 
Y toda una plétora de directrices fuertemente sesgadas, no más aberrante de lo que muchos imaginan, sino de lo que seguro pueden imaginar.
Fundamentos crepusculares en zozobra, más sostenidos que demostrados; y con el talento atlético desperdiciado en katas absurdos que se ejecutan a martillazos y que se antojan una caricatura extrema de la realidad, donde ningún contenido práctico sale vivo de ahí, matando y disecando toda relación con el combate. Escamoteando el “kiko-geiko”, y tan anti-persona como la experiencia nos viene demostrando, por la intolerancia para muchos sistemas locomotores.
Salvando negruras, en la quinta parte de “un paseo por la historia alternativa del KARATE”, he mencionado el TUI-TE. Una versión dulce y gentil del TEGUMI donde imperan las exquisitas técnicas de luxación. Tomaré tal pretexto para abrir el zoom de inspiración y tratar de acercar más algún fundamento del karate señero, a los muchos maestros que tengan aguzado el interés.

PARA ELLO, TENGO EN PROYECTO PERENTORIO, UN VIDEO DONDE ESTA VEZ TOMARÉ COMO HERRAMIENTAS, LAS TÉCNICAS DE CONTROL POR LUXACIÓN DEL KARATE.
Y aprovechando la coyuntura, ilustrare de un modo gráfico con esas gráciles técnicas, como herramienta contingente, la belleza del “CEDER” ante la línea de fuerza que resulta de las acciones del adversario. Esta sencillísima experiencia, tan delicada como expresiva, lleva aparejada el “reconocimiento posicional” de una situación particular, donde encaja siempre con cierta mecánica de un kata, al objeto de finalizar al oponente. Lo cual significa que, una vez capturada su intención, hay que guiarle mansamente hacia un final reconocido; en este caso, todo el torrente de técnicas de luxación que están en los katas. A lo que hay que añadir en todo momento, la elasticidad neumática para poder continuar si el oponente realiza una contra-medida inesperada.
En cualquier caso, el reconocimiento posicional (COMO VEREMOS EN EL VIDEO) viene inspirado por los katas. Por tanto, en un estudio mas profundo de campo y después de laboratorio, hay que actuar correlativamente, como casamentero entre las interpretaciones resultantes y el gesto-forma esquemático de los kata.
Parece claro que el esquema motriz (técnica) de cualquier kata ha sido diseñado sobre los cimientos de la intención de un concepto y para una función práctica, pero que esa función puede ampliarse a otras muchas precisamente por la ambigüedad que rodea a cualquier esquema motriz que se precie de ser un esquema. Todo esto viene a demostrar que si bien la intención conceptual del diseñador prima sobre la función eficiente, es realmente la función eficiente la que valida la intención conceptual. Precisamente, la función eficiente que usted descubre en el TEGUMI libre, como artista por excelencia, siendo fiel a los ingeniosos conceptos OKUDEN (secretos), que son principios naturales monumentales que forman el espinazo del KARATE, grabados en el corazón humano con letras eternas, y por ende, tan penetrantes, que iluminan el espíritu humano de un modo inédito. 
Nada que ver con lo superfluo que adorna. 
De hecho, cuando se quita lo superfluo queda lo esencial. Y…es que "SÓLO CUANDO BAJA LA MAREA, SE SABE QUIEN NADABA DESNUDO"
Cuando baja la marea.

Un paseo por la historia alternativa del karate. 6º parte.

UN PASEO POR LA HISTORIA ALTERNATIVA DEL KARATE 
Sexta parte. Herencias intempestivas tras la pérdida del Tegumi.

Intempestivo quiere decir fuera del tiempo, pero no con eso se quiere decir “pasado de moda”, sino fuera de lugar. Sirva de ejemplo que preguntarse por si los centauros se comportan como caballos o como personas, está fuera de lugar para una persona actual, del S.XXI. 
Lo que no está fuera de lugar es lo que puede interesar. Y uno de los intereses actuales radica en, por ejemplo, en tener éxito.
Voy a hablar de una tradición intempestiva. Pero antes y al hilo de lo exitoso...¿de que consta el éxito de un maestro de karate en los tiempos que corren?
Obviando la política, que nace y muere de los conflictos de intereses dentro y fuera del karate mismo, el secreto del éxito para un maestro actual está en el CONOCIMIENTO y la SABIDURIA. Quienes son capaces de SIMULAR eso, lo tienen todo. 
Ahora, la pregunta del millón es ¿Por qué extraña patología ha resultado imprescindible simular lo que se habría que tener?
Por una pérdida irreversible. 
Tras la obliteración del sistema de combate original (TEGUMI) que posee en su interior las fórmulas de aplicación de los kata “KAISAI NO GENRI” (no exactamente el modernizado de goju-ryu), y haber dado la espalda a todos los fundamentos ocultos “OKUDEN” derivados de una práctica interna que proponía el karate inicial; lo que nos queda es el karate con el que nos han cebado y del que se ha hecho pasto…un karate con el pesebre vacío de contenido…en principio. 
Después ya se llenó.
Siempre hay alguien dispuesto a llenar las cosas, aunque sea de estupideces.
El almibarado karate que nos han legado en plena acción de llenado, fue el mal-denominado “TRADICIONAL”. 
Y como resulta difícil engañar sin mentir; el orientalismo despegó hacia Occidente estando en boga el recién fenómeno “new age”, lo que ha propiciado que nos hayan sabido dar exitosamente gato por liebre, vendiéndonos algo con las patas muy cortas, porque es MODERNO, pero...¡¡¡denominado “TRADICIONAL”!!! como si fuese el “CLÁSICO” de toda la vida. 
De modo que, el karate “POST-MODERNO” que tenemos hoy en día (que reza a veces de ortodoxias irracionales y ridículas, mezcladas con un oscurantismo de términos orientales que se desconocen en la práctica, con el relativismo del “todo vale” con tal de dar sentido a lo que no lo tiene. A lo que hay que añadir el tan coherente como ingenioso kumite Occidental), es tributario del karate “TRADICIONAL” (moderno) que heredamos. Y la imagen de este karate "MODERNO" que se vende alegremente como “TRADICIONAL”, se apoya sobre tres pilares:

-El primer pilar es el KATA. Elegante, muy elegante, sobre el que se asienta una suerte de instrucción para principiantes. Pero, vacío, muy vacío de contenido marcial por no decir de ARTE. Esta artesanía pret-a-porter es un pozo de sinsentido en lo que respecta a su relación con el kata original. El cual se fue secando paulatinamente, debido en parte y a la sazón, a la hiper-estética sofisticada, que en principio se anunciaba como una de sus fortalezas, pero que resultó ser al final su gran debilidad, por cada vez más antinatural e inverosímil.
Y como es muy ordinario para remendar un error cometer dos, la superfetación del absurdo llega con la fantasía escapista y especulativa del denominado bunkai, con la intención de aportar una solución sensacionalista al sentido de los kata. Haciendo encajar, ataques tan cortesanos como los del kata mismo, que fuerzan el esquematismo motriz, hacia otra inverosímil geometría encofrada, aún más lejos de la realidad que el propio kata.

-El segundo pilar es el KIHON, que consta de prefabricados elementos individuales extraidos del kata, fundamentado en principios mecánicos muy groseros, ante la ausencia total del sistema dinámico físico interno y de trabajo del “KI”, propio del KARATE ya desaparecido. Estos “educativos de base” del kihon, cumplen una excelente función coordinativa y de adquisición de estructura postural muy elemental y puede que hasta importante. Pero con un peligro añadido que inficiona cuando se absolutiza. O sea, cuando se convierte en algo excesivo lo que podría ser funcional. Haciendo perder, no diría yo su sano juicio, aunque si el sentido correcto de su propia dirección. Esta situación tan común, se da cuando se ignora la “teoría del desasimiento”. Es decir, el retirarse de esa esclavitud despótica y evolucionar hacia formas de hacer las cosas, una vez que se cumpla la labor inaugural (que a mi entender, no debería durar más de cuatro años)
-El tercer pilar nace de una necesidad. La necesidad de crear la ilusión de eficacia ¡¡¡Que importante es crear espacios de ilusión!!!
En este yermo enclave histórico del que hablamos, donde mientras unos maestros rememoraban el pasado enseñando un tipo de kata que escayola mentes y que se deja pinchar en un cartón como la mariposa del naturalista, otros se afanaban en buscar una rana para ese sapo, confeccionando ramplones métodos de combate exclusivamente paliativos y alternativos, que se integraron de rondón, inspirados en el kendo, tan en boga. Estos son principalmente: GOHON-KUMITE, SAMBÓN-KUMITE, NIHON-KUMITE e IPPON-KUMITE (combates a cinco, tres, dos y paso respectivamente).
Este kumite tradicional, cuyo objetivo es asemejarlo al kata en robotísmo, resulta empachado de ornamento dentro de la camisa de fuerza de los mecanismos de imposición, y bajo fundamentos de dudosa validez.Y para concluir, en la dedada de los 30, e incluso antes, M. Nakayama da el do de pecho con el JIYU-IPPON-KUMITE (la versión semilibre del ippon-kumite) que será el precedente del shiai-kumite y de su derivado, el kyogi-kumite, ingenioso sistema deportivo de combate, que entusiasma y apasiona por su espectacular desarrollo de habilidades.Pero esa ya es otra historia...
En cuanto a los tradicionales antedichos, han sido a la postre, LA RANA QUE SE HA ENCONTRADO PARA ESE SAPO solterón. Y con esto, doy por finalizado este sulfuroso brochazo sobre el KARATE TRADICIONAL y todo el macro-sistema social que lo sustenta, con los que, por supuesto y fuera de toda duda, ESTOY A FAVOR. Aunque ESTOY MAS A FAVOR DE LAS VERDADES.
CONTINUARA…
Rana y sapo.

Un paseo por la historia alternativa del karate.5º parte.

UN PASEO POR LA HISTORIA ALTERNATIVA DEL KARATE
Quinta parte. La pérdida progresiva del TEGUMI.

Dicen las bravas lenguas que cuando no puede vestirse la piel de tigre, vístase la de la vulpeja. Y, por decirlo de otra manera, cuando no se puede alcanzar la cosa en sí, entra el desprecio. 
Semejante conducta ha propiciado que, en la época de modernización del Japón, los artes marciales se alejasen de su punto de vista “interno”. Pues bien, es normal que, al no comprenderse la profundidad de los artes chinos, se despreciara su origen. A lo que hay que añadir algo tan subterráneo como evidente, como es el motivo de ciertas influencias políticas, que por cierto, se salen del horizonte de sucesos del tema. 
Y el tema es que no todo dura para siempre. 
Y lo bueno menos.

En 1.904 algo empieza a cambiar el todo. 
TO-DE o lo que es lo mismo KARA-TE, que se transcribía con caracteres que significaban “mano china”; a partir de ese momento Chomo Hasaniro, y después otros, comienzan a denominarlo con los ideogramas que significan “mano vacía”, alejándose de sus raíces, chinas tanto en término como en concepto, preludiando así cambios sustanciales mucho mayores.

Uno de ellos es la perdida del TEGUMI, que sobreviene poco a poco en las décadas que anteceden al S. XX. En parte motivado por su terrible eficacia. Porque en realidad, la super-competencia es peor que la competencia. Quiero decir con esto que, el TEGUMI era tan expeditivo, que inducía a la ferocidad y degeneraba en combates pactados muy cruentos, denominados KAKE-DAMESHI. Sirva saber que tenemos noticia de ciertos maestros, e incluso fundadores de estilos que adquirieron el magisterio del karate en alas de la bizarra experiencia adquirida en los numerosos duelos de KAKE-DAMESHI. Sin embargo, como todos los más tienen sus menos, hubo también muchas muertes y lesiones internas gravísimas, lo que propició que el entrenamiento del sistema TEGUMI fuese derivando a dos ritmos:
-A ejercicios pautados en ritmo real. Creado en provecho de la predecibilidad para asegurar la integridad de ambos contendientes.
-A práctica libre en ejecución ralentí. Dicha lentitud era en principio preventiva, aunque sabemos que ha sido uno de los secretos más preciados por los grandes maestros para descubrir la riqueza de las sensaciones corporales.

Aún así el TEGUMI se fue diluyendo, y por ende el KARATE por antonomasia. 
El KARATE con-sentido dio paso al karate consentido. 
Así reafirmamos la sospecha de que, no todo lo bueno triunfa siempre. 
De modo que, dichas tendencias, unidas a más casos de muertes en duelos, así como su exposición a la modernización del Japón, concluyó en un karate sin oficio ni beneficio. Entonces, como suele decirse, a grandes males, grandes remedios. Y ni que decir tiene que, el remedio fue re-interpretar todo el KARATE, de cabo a rabo, “a la japonesa”. Buenos expendedores han sido los nipones. Y como mala bestia vende buen corredor, han sabido hacerlo, difundiendo la promesa de una defensa personal al estilo robot, por la que yo no apostaría ni un botón. Revestida esta de fundamentos aberrantes y de una pátina de principios que parecen una agradable luz de luna, pero que en la práctica, son imposibles de distinguir ninguno de ellos. 
Mencionemos por ejemplo, el KI o el TAN-TIEN. Son términos eminentes que conoce todo cinturón negro por normativa, pero ¿quien sabe usarlo en sus entrenamientos? A decir verdad, para la inmensa mayoría sólo es teoría fariséica. Se sabe lo que significa, pero no se sabe lo que es, ni lo que suponen tales conceptos. Mientras que, en la práctica, es plaga basarse en el atajo fácil, movimientos exóticos dotados de fuerza rígida que se interponen a la fuerza del oponente, como dos renos chocando sus cuernos. Y, dicho sea de paso, conforma el contumaz “establishment” denominado karate-do “TRADICIONAL”. Si, ha oído bien, “TRADICIONAL”. Eso es lo que se entiende por karate-do “TRADICIONAL”: La versión infantil que promueve la marea gris de la mediocridad y el avulgaramiento pseudomarcial, que busca ganar popularidad a costa de bajar el nivel del sistema, resultando un método de evocar el KARATE primigenio de un modo grosero que deja los katas en esqueleto muerto. Y, el kihon, como salmodia de un sólo movimiento de los mismos kata para el perfeccionamiento estético y el fortalecimiento del cuerpo hacia patrones rígidos, encofrando la realidad en esquemas cada vez más sofisticados, que empiezan y terminan por atufar a deporte estético, mientras se alejan del horizonte arte marcial.
No digo que sea malo del todo ni para todos. Entiéndase. No hay cosa que no tenga su lado bueno. Es bueno para allanar el camino a los principiantes y entretener el gusto (a saber que, desde la heian-shodan o pinan-shodan hasta la unsu o papuren, como prefiera. Y desde el gohon-kumite hasta el consuelo del bunkai más sofisticado, todo es propedéutico, pura superficialidad). Pero máxima es de cuerdos no ser de bozal llegados a un punto, por eso ya me niego a que nadie más me lo venda como una enseñanza para expertos, como así nos lo han vendido.
Por ejemplo, según el señor Gichin Funakoshi cuenta en su auto-biografía, que él mismo, y me consta que la mayor parte de sus contemporáneos, aprendieron unicamente repitiendo los kata sin ton ni son. Y eso que, según sus sinceras palabras, parece ser que había oído hablar de una lucha ancestral denominada TEGUMI de la que sólo había visto la versión sumo (que habíamos mencionado en una entrega anterior).Pero como suele decirse: en casa del herrero cuchillo de palo; parece ser que, desconocía el pretérito TEGUMI, portador de los secretos sublimes del KARATE original de pura cepa.

No digo que las gramáticas pardas no estén bien para ciertos propósitos muy puntuales. Sólo digo que persistir SIN TIENTO en las puerilidades que propone (en relación a los maestros) el pesebre tradicionalista, no me parece saludable.
En cualquier caso y para cerrar el panorama, aunque todo esto suele confortar a los perturbados; también puede perturbar a los adheridos a una tradición sin sentido. Pero nadie se inquiete, porque no parece interesante molestarse en sacar a nadie del estupidicismo imperante en los círculos tradicionales, ni en cambiar los costumbrismos disparatados por muy absurdos que estos sean. Lo afirmo porque, tan cierto es que la visión de un hombre no presta alas a otro; como que el hombre, una vez se ha comprometido en algo hasta el corvejón, o ha aprendido algo que ha resultado ser laborioso, no acostumbra a soltarlo. Más bien, se deja llevar por el encaprichamiento fatuo. Es por lo que se puede afirmar que, el ser humano posee lealtad antes de tener admiración, y es por lo que a veces perseguimos cosas absurdas, porque el hombre, no es sólo un animal absurdo que necesita lógica para vivir. También somos un animal lógico que necesita del absurdo para sobrevivir. Y es así como…aunque puede obligar a alguien a repetir el facilismo de patrones vacíos hasta la saciedad, como quien se obstina en obligar a una rana a saltar, LO CIERTO ES QUE LA RANA, SIEMPRE PREFIERE SALTAR.