UN PASEO BREVE POR LA HISTORIA DEL TEGUMI. 4ª parte.
UN PASEO BREVE POR LA HISTORIA DEL TEGUMI.
Cuarta parte. El TEGUMI clásico redime del yugo de ciertas impresiones, tan actuales como peregrinas.
Dicho sea de paso que, una vez atisbada inconsistencia de ciertos comportamientos técnicos insulsos, obrar como quien se es y no como uno se sienta obligado, exime de la sujeción a la vulgar hipocresía. Porque no hay más dicha ni desdicha que la sinceridad e insinceridad.
Se que voy contra mis intereses confesar que estamos instalados en la visión chata y papanatista del karate “tradicional” contemporáneo, pero me costaría tener doble cara. La realidad del problema al que me refiero, no es el embauque que campee a sus anchas. Lo que es plaga, es la credulidad propia de cada uno. En consecuencia, conseguir exorcizar el engaño es muy difícil, dar mate a la credulidad imposible (los maestros me entenderán). Pero esto no óbice para que un servidor trate de arrojar luz sobre el karate original. El cual, posee su mito de invencibilidad en la época dorada del TEGUMI. Y en ese contexto, más que nunca, el imaginario popular, reconoce a una escala sin precedentes, la competencia luctatoria de los gigantes del combate y las hazañas sin parangón de maestros creíbles, de los que se contaban cosas increíbles fundamentadas en el mensaje cierto que hemos descubierto.
Se que voy contra mis intereses confesar que estamos instalados en la visión chata y papanatista del karate “tradicional” contemporáneo, pero me costaría tener doble cara. La realidad del problema al que me refiero, no es el embauque que campee a sus anchas. Lo que es plaga, es la credulidad propia de cada uno. En consecuencia, conseguir exorcizar el engaño es muy difícil, dar mate a la credulidad imposible (los maestros me entenderán). Pero esto no óbice para que un servidor trate de arrojar luz sobre el karate original. El cual, posee su mito de invencibilidad en la época dorada del TEGUMI. Y en ese contexto, más que nunca, el imaginario popular, reconoce a una escala sin precedentes, la competencia luctatoria de los gigantes del combate y las hazañas sin parangón de maestros creíbles, de los que se contaban cosas increíbles fundamentadas en el mensaje cierto que hemos descubierto.
El TEGUMI clásico, que es el propósito que nos ha traído aquí, es el que otorga verdadero sentido a los kata que hemos heredado. Y sin él, no tenemos nada más que el desazonado esqueleto sin vida del karate “tradicional”, que ya sabe a tosco.
El TEGUMI atendía a una dualidad terminológica:
Fue denominado “TEGUMI” en la zona de Naha.
Fue llamado “MOTOU” en la zona de Shuri y Tomari.
El TEGUMI atendía a una dualidad terminológica:
Fue denominado “TEGUMI” en la zona de Naha.
Fue llamado “MOTOU” en la zona de Shuri y Tomari.
Parece claro, sin embargo que, a pesar de la sinonimia, ambos términos ofrecían algún criterio diferencial, que arriesgándome a simplificar en exceso, podría entenderse como sigue:
MOTOU con un énfasis en atacar la línea central, por su influencia con el boxeo chino de la mente y de la forma, “XINGYI-KUAN”, el cual es su estilo antecesor.
TEGUMI, ponderando además el ataque por los flancos por su influencia con los estilos chinos de la rama grulla blanca “BAI-HOK”.
MOTOU con un énfasis en atacar la línea central, por su influencia con el boxeo chino de la mente y de la forma, “XINGYI-KUAN”, el cual es su estilo antecesor.
TEGUMI, ponderando además el ataque por los flancos por su influencia con los estilos chinos de la rama grulla blanca “BAI-HOK”.
Si así se quiere, parece ser cosa admitida, hacer abstracción de esta dualidad y atender al TEGUMI como representante de ambas especialidades, donde parece ser la más completa y brillante opción, cornucopia marcial de infinitas posibilidades, tan original como mortífero, este nos pone en contacto con los misterios y sentido profundo del kata.
De hecho, en el TEGUMI aparecen todos los movimientos de los kata, de una manera natural. Cada movimiento de un kata ha sido creado en beneficio de un concepto que soluciona una o varias situaciones-problema de combate. Por eso, puede afirmarse sin temor a equivocarse que, el kata sin TEGUMI es vacío, y el TEGUMI sin kata ciego. Más aún, sin el TEGUMI, los kata se transforman en algo superficial y peregrino que carece de sentido y de interés práctico.
Más allá de lo anterior, esta práctica se articula en torno a las siguientes áreas que el karate moderno ha desatendido como el que desprecia el fruto en favor de la cáscara:
Kiko-geiko: Ejercicios energéticos para el control del Ki.
Kata: Que instruye en los movimientos que son la finalizaciones en Tegumi.
Renzoku-geiko: Fluidos continuos del kata.
Iri-kumi: Conexión a manos pegajosas desde la distancia (no el iri-kumi de Goju-ryu en 1.930 el cual no deja de ser jiyu-kumite).
Kakie: Seguimento envolvente.
Tui-te: Seguir y devolver con técnicas de control tipo luxación o derribo.
Y…ATENCIÓN al dato…
Ajikata-un-mekata: Conocido como la danza de los señores, al objeto de evitar ocasionalmente el cuerpo a cuerpo con rápidos movimientos desde la distancia “ma-ai”. Estamos ante el hito que será la antesala (junto a la influencia del pugilismo occidental) de lo que más adelante se conocerá como KUMITE, y será también motivo de divorcio entre combate y kata. Pero eso es otro cantar que vendrá más tarde.
De hecho, en el TEGUMI aparecen todos los movimientos de los kata, de una manera natural. Cada movimiento de un kata ha sido creado en beneficio de un concepto que soluciona una o varias situaciones-problema de combate. Por eso, puede afirmarse sin temor a equivocarse que, el kata sin TEGUMI es vacío, y el TEGUMI sin kata ciego. Más aún, sin el TEGUMI, los kata se transforman en algo superficial y peregrino que carece de sentido y de interés práctico.
Más allá de lo anterior, esta práctica se articula en torno a las siguientes áreas que el karate moderno ha desatendido como el que desprecia el fruto en favor de la cáscara:
Kiko-geiko: Ejercicios energéticos para el control del Ki.
Kata: Que instruye en los movimientos que son la finalizaciones en Tegumi.
Renzoku-geiko: Fluidos continuos del kata.
Iri-kumi: Conexión a manos pegajosas desde la distancia (no el iri-kumi de Goju-ryu en 1.930 el cual no deja de ser jiyu-kumite).
Kakie: Seguimento envolvente.
Tui-te: Seguir y devolver con técnicas de control tipo luxación o derribo.
Y…ATENCIÓN al dato…
Ajikata-un-mekata: Conocido como la danza de los señores, al objeto de evitar ocasionalmente el cuerpo a cuerpo con rápidos movimientos desde la distancia “ma-ai”. Estamos ante el hito que será la antesala (junto a la influencia del pugilismo occidental) de lo que más adelante se conocerá como KUMITE, y será también motivo de divorcio entre combate y kata. Pero eso es otro cantar que vendrá más tarde.
Parece obligado ahora añadir que, el carácter identitario y congénito del TEGUMI, es el discreto encanto de conectarse con el oponente entrando desde la distancia de esgrima (MA-AI) al señorío de la distancia próxima (TE-NO-TE). Una vez consumada la conexión, se mantiene un pegado-adherido (MUCHIMI) lo que impide ser golpeado por el oponente, pero a su vez, permite seguir las líneas de fuerza favorables a los movimientos del adversario, que armonicen, como dos cursos de agua(WA), sin chocar. Durante el seguimiento del oponente, se cede a su fuerza, se neutraliza en el ángulo más dúctil, y por último, la eficacia resolutiva sobreviene en alas del “reconocimiento posicional”, que nos permite positivar la trayectoria iniciada desde un principio por el oponente.
“Reconocer” es una operación de segundo orden que nos remite a un previo conocer. Ese conocer pone de relieve los esquemas del kata previamente estudiados.
Tiene su gracia y no me pidan que lo explique, pero todos jugamos el juego secreto de eludir lo desconocido como el diablo elude el agua bendita, y por eso tratamos siempre de endosar nuevos conocimientos al pequeño mundo de las viejas estructuras encofradas en nuestra mollera, aunque estas nada tengan que ver entre sí. Baste advertir que, es pura estulticia creer que el secreto perdido que tratamos de explicar (el TEGUMI) tenga algo que ver con el "trampantojo" (trampa para el ojo) del BUNKAI, del que se ha hecho pasto, en condiciones de estrechez, tras la perdida del karate original. Sobre este (el BUNKAI), han corrido ríos de tinta de artificiosas intenciones y de él todavía me sorprendo, cada vez que pienso en ello, al estilo de "mandíbulas colgando" por la inaudita falta de sentido común del mismo. Cierto es que existen BUNKAIS mejores y peores, y que no hay cosa que no tenga algo bueno, pero confundir la idea conceptual que propone el TEGUMI, con la impostura del BUNKAI, sería confundir el hambre con las ganas de comer. Lo digo porque mientras en el BUNKAI impera la voluntad propia de ceñirse a la nadería de un patrón estricto y corto de miras, en el TEGUMI, el cuerpo hace las veces de un servo-mecanismo autorregulable, en alas de la búsqueda del camino más fácil y natural para resolver cada problema con final abierto. Esta cualidad de modificar la intención sobre la marcha o sumarla a otra intención se denomina “oportunidad secuencial”, lo cual quiere decir que, toda acción propia, conlleva una reacción en el oponente que hace que cuando se cierre una puerta se abra una ventana. Porque siempre hay un arma natural, en perfecta economía de movimiento, esperando por un objetivo que se abre.
De lo dicho se desprende que, nunca debe ser munición de cordura provechosa, la voluntad de llevar riendas hacia algo que no se corresponda con las exigencias prácticas del momento lo que nos mueva (como en el BUNKAI), extremo este en el que perdería la libertad del cambio inesperado y espontáneo. Porque todos los actos de voluntad son, en realidad, actos limitantes. Cuando alguien escoge algo, excluye todo lo demás. Igual que cuando alguien contrae matrimonio con una mujer, renuncia a todas las demás mujeres.
CONTINUARA…
“Reconocer” es una operación de segundo orden que nos remite a un previo conocer. Ese conocer pone de relieve los esquemas del kata previamente estudiados.
Tiene su gracia y no me pidan que lo explique, pero todos jugamos el juego secreto de eludir lo desconocido como el diablo elude el agua bendita, y por eso tratamos siempre de endosar nuevos conocimientos al pequeño mundo de las viejas estructuras encofradas en nuestra mollera, aunque estas nada tengan que ver entre sí. Baste advertir que, es pura estulticia creer que el secreto perdido que tratamos de explicar (el TEGUMI) tenga algo que ver con el "trampantojo" (trampa para el ojo) del BUNKAI, del que se ha hecho pasto, en condiciones de estrechez, tras la perdida del karate original. Sobre este (el BUNKAI), han corrido ríos de tinta de artificiosas intenciones y de él todavía me sorprendo, cada vez que pienso en ello, al estilo de "mandíbulas colgando" por la inaudita falta de sentido común del mismo. Cierto es que existen BUNKAIS mejores y peores, y que no hay cosa que no tenga algo bueno, pero confundir la idea conceptual que propone el TEGUMI, con la impostura del BUNKAI, sería confundir el hambre con las ganas de comer. Lo digo porque mientras en el BUNKAI impera la voluntad propia de ceñirse a la nadería de un patrón estricto y corto de miras, en el TEGUMI, el cuerpo hace las veces de un servo-mecanismo autorregulable, en alas de la búsqueda del camino más fácil y natural para resolver cada problema con final abierto. Esta cualidad de modificar la intención sobre la marcha o sumarla a otra intención se denomina “oportunidad secuencial”, lo cual quiere decir que, toda acción propia, conlleva una reacción en el oponente que hace que cuando se cierre una puerta se abra una ventana. Porque siempre hay un arma natural, en perfecta economía de movimiento, esperando por un objetivo que se abre.
De lo dicho se desprende que, nunca debe ser munición de cordura provechosa, la voluntad de llevar riendas hacia algo que no se corresponda con las exigencias prácticas del momento lo que nos mueva (como en el BUNKAI), extremo este en el que perdería la libertad del cambio inesperado y espontáneo. Porque todos los actos de voluntad son, en realidad, actos limitantes. Cuando alguien escoge algo, excluye todo lo demás. Igual que cuando alguien contrae matrimonio con una mujer, renuncia a todas las demás mujeres.
CONTINUARA…
Campeonato de España cadete,junior y sub 21 2015.
CARLOS BARGADOS 3º CLASIFICADO Y BRONCE
CAMPEONATO DE ESPAÑA 2015
Eloy Roces y Felix Bargados.
Lino,Felix,Shaila y Rufo.
selección Asturiana de karate con Benjamín Rodriguez nuestro presidente noviembre de 2015.
Video EL KATA FUNCIONA. Karate Perdido. Felix Bargados.
EL ENTENDIMIENTO NO SIEMPRE LLEVA A LA COMPRENSION.
Siempre me esforcé por ENTENDER el karate "tradicional" que me enseñaron "los que saben". Y siempre lo hice, pero no lograba COMPRENDERLO. Hasta que de repente, contra todo pronóstico, todo cambió.
Si este vídeo hubiese llegado a mí hace treinta años, sospecho que el desarrollo de comprensión marcial, me haría estar difundiendo un karate más evolucionado. Algo que espero de los maestros que lo vean, es que se beneficien de él en ese sentido...y con ello, quizás puedan disolver los "artificios" del paradigma tradicional, que tarde o temprano, se comienza a sospechar como una falsificación masiva de la realidad, y con todo lo que ello conlleva. Y... por otro lado, espero que quienes lo vean, puedan superar mis insuficiencias y/o limitaciones en lo que muestro. Si con este vídeo contribuyo a ello, me doy por satisfecho.
QUIEN TIENE OVEJAS, TIENE PELLEJAS.
QUIEN TIENE OVEJAS, TIENE PELLEJAS
Quiero decir que el que está a la utilidad de algo, también está expuesto a la banalización del hombre común.
Y lo digo en relación a un VIDEO que ESTOY PREPARANDO para clarificar el último post (publicado hace unos minutos) sobre la tercera parte de la "historia del tegumi"; y en sentido paralelo, resaltar su "leit motiv" subliminal:
A saber, que las cosas no deberían pasar por lo que parecen, sino por lo que son.
Lo que parecen las cosas, suele estar en la superficie, mientras que lo que son, está oculto.
Paradójico es, que lo oculto suele ser un buen tesoro, mucho mayor que lo evidente.
Si bien es cierto que, así como "mucha mala bestia vende buen corredor", no todo lo bueno triunfa siempre, porque el tesoro que no se ve, tras la apariencia hierática de un kata, es como si no fuese. Y mostrar algo que es como si no fuese, puede resultar poco prudente por mi parte. De ahí que se diga que, el bobo si es callado, por sesudo es reputado. Y por el contrario, está expuesto al daño quien descubre la utilidad de algo que no tiene cara de tal.
Pero...
¡que diablos!
Aunque todo me conduce a ocultarlo, intuyo que de momento, no es óbice para que me lo calle...
UN PASEO BREVE POR LA HISTORIA DEL TEGUMI. 3º parte.
UN PASEO BREVE POR LA HISTORIA DEL TEGUMI.
Tercera parte. TEGUMI...el "CLÁSICO".
En ocasiones es más difícil llegar a un principio que a un final. Y más cuando se va a contar algo inusual.
Pero este brochazo histórico ha sido suficiente para llegar al principio del TEGUMI.
Ahí va…
Sabido es que, en 1.429 el Rey Sho Hashi logra el establecimiento de un gobierno central para los tres reinos de Okinawa. Las revueltas que esto ocasiona, obliga al Rey a prohibir el uso de armas, incluidas las domésticas. Lo que sirve de revulsivo para la transformación del TODE en un arte más resolutivo.
El siguiente impulso que refuerza la terrible eficacia del TODE (pronunciado “tou-ti”), se da durante la invasión de Okinawa por el clan japonés Satsuma. Una nueva prohibición sobre el uso de las armas, sirve de acicate para la transformación en un arte más decisivo.
Ante tales prohibiciones, los instrumentos domésticos se convierten en peligrosas armas, sublimadas en el sistema TI-GUA (antecesor del KO-BUDO). Mientras que el TODE (a mano desnuda) comienza a transformarse en un arte más fiero a la par que adquiere diferentes denominaciones según zonas de influencia o las castas que lo practiquen: Udun-te (mano de Palacio), bushi-no-te (mano del guerrero), tekko-bushi (pequeña mano del guerrero), reimyo-tode (misteriosa mano china), shimpo-tode (milagrosa mano china), Ryu-kyu-kempo (kung-fu de Okinawa), Naha-te (en la ciudad de Naha), Shuri-te (en la ciudad de Shuri), Tomari-te (en la ciudad de Tomari), Okinawa-te y finalmente karate-jitsu (la técnica de la mano china) kara-te=to-de.
Por razones fáciles de comprender, el sistema de combate se volvió muy letal, y el “combate próximo chino” que daba sentido a los kata, se transforma en el belicoso SAN-TAN (combates a muerte), lo que propició el feroz KAKE-DAMESHI o duelos pactados. Bien conocido, y bien documentadas están las noticias de que muchos aguerridos maestros de la antigüedad han aprendido exclusivamente el karate en este tipo de peligrosos retos. Aunque lo normal era tener un sistema entrenamiento menos violento, pero que sirviera de base para el SAN-TAN. Fundamentado este, en el KOSHIKI NO KATA (katas antiguos), el TEGUMI RENZOKU-GEIKO o RENZOKU-TE (habilidades continuas estereotipadas de los katas) y el refinado TEGUMI, a secas, el CLASICO. Sistema muy coherente cuya única norma es que no hay normas, o sea, vale todo.
A raíz de estas constataciones, caben dos preguntas:
La primera ¿Cómo ha llegado a forjarse un arte tan sublime como el formado por la interdependencia KATA y TEGUMI?
La segunda, y no menos rara ¿Cómo lo hemos re-descubierto?
Pues bien, en cuanto a la segunda pregunta, lo he re-descubierto “con ayuda”. Con la ayuda de maestros duchos en artes chinas, y si he visto cosas tan inéditas y poco holladas, es porque he estado a lomos de gigantes.
En cuanto a la primera pregunta, se han conformado bajo el auspicio de una idea genial fraguada por los maestros chinos, la idea del proceso natural de codificación-descodificación de los KATA en tres pasos. Veamos:
Primero, “la formulación”. Comoquiera que las diferencias están casadas con las semejanzas, durante el combate libre de estudio, se trata de descubrir lo fijo y esencial (conceptos universales) en lo cambiante y accidental de los movimientos de combate. Denominamos a este ámbito, la parte oculta del arte, “gokuhi”, y a sus conceptos “okuden”.
Segundo, “la codificación esquemática”. Cifrando lo fijo y esencial en diseños reglados como educativos de base, cumpliendo así el principio de esquematizar después de experimentar. Los esquemas fundacionales serían multideformantes (JIYU-KATA) para terminar encriptándose en los katas rígidos que conocemos hoy en día, y esta sería la parte superficial del arte, “shosa”.
Tercero, para cerrar el círculo hay que “liberar el esquema”. Que radica en experimentar de nuevo el esquema en total libertad, bien sea en solitario (Jiyu-kata la forma sin forma) o bien en JIYU-TEGUMI siguiendo los conceptos que quiere transmitir el kata pero sin ceñirse a él.
Para que se entienda en relación comparativa con el karate contemporáneo, podríamos explanarlo de la siguiente manera:
1º.- A menudo se olvida que, “la formulación” es inexistente en la actualidad, porque ya no se practica en un contexto de combate donde las técnicas de los katas puedan tener operatividad. El contexto practicado actualmente es kumite (desde la distancia lejana, de esgrima) donde sólo se pueden aplicar con eficacia: zuki, patadas circulares, alguna recta y algún que otro barrido y desvíos para defender los ataques.
2º.- Lo suyo es reconocer que, lo que se nos ha transmitido es una “codificación esquemática”. Como una receta hecha ante no se sabe que. De modo que, el kata que se ha transformado en un esquema autorreferencial que devora todo el cuadro, porque su objetivo empieza y acaba en si mismo, en su estética, sin ningún objetivo PRACTICO ni CONCEPTUAL que se pueda aplicar en la realidad.
3º.-La incongruencia de los pasos anteriores, no es mayor que la que se desprende de la ausencia de “liberación del esquema”. Es decir, el bunkai con el que nos contentamos, es una reproducción del kata ejecutado con ayudantes. Semejante panorama no es un dominio práctico y superior del kata, sino tributario de él. El bunkai arrastra las limitaciones presentes en el kata, y en ellas se convierte, porque en realidad, no se puede resolver un problema con la misma mentalidad que ha sido creado.
La mentalidad de creación del KATA, ha sido la maniobra tan fácil como falsa de como insertar la realidad en un esquema.
La mentalidad que nos saca del problema es como el esquema se adapta a la realidad, no a otro esquema a dos personas.
Dicho de otra manera, el KATA ha de estar al servicio del COMBATE y no este del KATA.
Con esto ya es suficiente por hoy.
CONTINUARA...con un vídeo.
UN BREVE PASEO POR LA HISTORIA DEL TEGUMI.2º parte.
UN BREVE PASEO POR LA HISTORIA DEL TEGUMI
Segunda parte. El “combate próximo chino”.
Segunda parte. El “combate próximo chino”.
Huelga decir que, la historia es un asunto dudoso, porque esta siempre tergiversa y simplifica la realidad. Obvia de pasada todo lo que no encaja bien, magnificando lo que encaja. Y, para más inri, se da valor a los aspectos irrelevantes en beneficio de los relevantes.
Pero reconociendo que, no podemos vivir sin ella, y tras este comentario profiláctico, no me parece descabellado arriesgarme en dar sensación de adscribirme a una postura histórica en detrimento de otra, siempre que sea en aras de una buena causa: Poner un pie en el mundo de la recuperación de un tesoro perdido.
Pero reconociendo que, no podemos vivir sin ella, y tras este comentario profiláctico, no me parece descabellado arriesgarme en dar sensación de adscribirme a una postura histórica en detrimento de otra, siempre que sea en aras de una buena causa: Poner un pie en el mundo de la recuperación de un tesoro perdido.
El convulso escenario de Okinawa en 1.370, marcado por alianzas tributarias entre el Celeste Imperio Chino y el Reino de Okinawa, está ligado a la apertura unilateral de Okinawa a la influencia China, que se tradujo en todo un fenómeno de aculturación aferente en los diferentes campos disciplinares, a través de los “sapposhi” (embajadores chinos con sequito para legalizar a los reyes okinawenses), los “ryugakusei” (estudiantes de intercambio) y por supuesto, los “bin-yin” residencia de chinos en Kume, que contribuían a la buena relación y ventana cultural con China (36 familias).
Acicates que jugaron inequívocamente, un rol crucial para que la cultura okinawense se inspirase y estimulase en atávicos estilos chinos, como las “formas de dos hombres” y el “combate próximo” a manos pegajosas y sensitivas del tipo: chin-na, chi-sao, tui-shou, san-shou, nien-shou…que iban de la mano de los TAO-LU (kata). Dos patas de un mismo sistema (combate próximo y kata), cuya pragmática misión era condensar lo amorfo del combate en lo formal del “kata”, para la práctica en solitario. Porque como muchos sabemos, y sino se lo digo yo, los kata fundacionales no se confeccionaron como el ceremonial gestual vacío, que pervive en el craso imaginario colectivo, y al que se le ha añadido acriticamente el socorrido BUNKAI. Sino como gestos sumamente efectivos ligados a una forma muy especial de combate, que la deriva del paso del tiempo se ha encargado de desaparecer en la nube del olvido, dejando como canto del cisne más dramático, el anémico kata contemporáneo, libre de asideros prácticos.
Acicates que jugaron inequívocamente, un rol crucial para que la cultura okinawense se inspirase y estimulase en atávicos estilos chinos, como las “formas de dos hombres” y el “combate próximo” a manos pegajosas y sensitivas del tipo: chin-na, chi-sao, tui-shou, san-shou, nien-shou…que iban de la mano de los TAO-LU (kata). Dos patas de un mismo sistema (combate próximo y kata), cuya pragmática misión era condensar lo amorfo del combate en lo formal del “kata”, para la práctica en solitario. Porque como muchos sabemos, y sino se lo digo yo, los kata fundacionales no se confeccionaron como el ceremonial gestual vacío, que pervive en el craso imaginario colectivo, y al que se le ha añadido acriticamente el socorrido BUNKAI. Sino como gestos sumamente efectivos ligados a una forma muy especial de combate, que la deriva del paso del tiempo se ha encargado de desaparecer en la nube del olvido, dejando como canto del cisne más dramático, el anémico kata contemporáneo, libre de asideros prácticos.
Pues bien, de la simbiosis entre:
Por un lado, las prácticas de mano, TE, pronunciado “di”, de los “uchinanchu” oriundos okinawenses.
Y por el otro, de los soldados y maestros importadores del QUAN-FA, pronunciado “gong-fu”.
Se abrieron nuevos horizontes hacia la conformación del denominado TODE (DE: mano, TO: china. TODE: “mano china”. Pronunciado: Tou-ti).
Por un lado, las prácticas de mano, TE, pronunciado “di”, de los “uchinanchu” oriundos okinawenses.
Y por el otro, de los soldados y maestros importadores del QUAN-FA, pronunciado “gong-fu”.
Se abrieron nuevos horizontes hacia la conformación del denominado TODE (DE: mano, TO: china. TODE: “mano china”. Pronunciado: Tou-ti).
En el corazón del TODE, evoluciona el tipo de combate sustitutorio del TEGUMI “ANCESTRAL”, que como habíamos dicho era un derivado sumo japonés con golpes, y antesala del TEGUMI “CLASICO” o MOTOU, que serían los sistemas de combate del karate prístino. Pero que de momento, por no denominarlo al estilo chino (san-shou, nien-shou, etc…) lo denominaré “COMBATE PROXIMO CHINO”, como base práctica de los TAO-LU que desembocaron en los kata que conocemos.
Y sus rasgos distintivos que ampliaban la esfera consciente del mundo marcial okinawense, eran:
-Ideas supremas de armonía y equilibrio en las acciones.
-Ser adaptativo como el agua.
-Uso del sistema físico dinámico interno del cuerpo y de la energía KI como fuente de fuerza.
Y sus rasgos distintivos que ampliaban la esfera consciente del mundo marcial okinawense, eran:
-Ideas supremas de armonía y equilibrio en las acciones.
-Ser adaptativo como el agua.
-Uso del sistema físico dinámico interno del cuerpo y de la energía KI como fuente de fuerza.
Principios sustanciales que actuaban como una calle de doble sentido. Es decir, el artista construía a partir de un toque azaroso dentro del orden del kata, su “combate próximo chino” (jitsu), mientras el “combate próximo chino” del kata, a su vez, lo construía a él (waza). Una forma de dicha que, camina por la senda que lleva a la transformación de conciencia, evolución y autoconocimiento.
Verdades eternas al cual sólo tenían acceso algunos elegidos.
Verdades antiguas que nunca quedan obsoletas. Porque lo cierto es que, las verdades eternas son perennes, valen para siempre. De hecho, hasta las ideas más antiguas, si son eternas… trascienden al tiempo y encajan en estos tiempos modernos.
CONTINUARA…
Verdades eternas al cual sólo tenían acceso algunos elegidos.
Verdades antiguas que nunca quedan obsoletas. Porque lo cierto es que, las verdades eternas son perennes, valen para siempre. De hecho, hasta las ideas más antiguas, si son eternas… trascienden al tiempo y encajan en estos tiempos modernos.
CONTINUARA…
UN PASEO POR LA HISTORIA DEL TEGUMI.1º parte.
UN PASEO POR LA HISTORIA DEL TEGUMI
Primera parte. El tegumi previo al karate.
Este es el viaje de exploración de un nuevo y extraño mundo. Un mundo que nos inspira a llegar con audacia donde pocos han llegado con anterioridad: al comienzo, a su genialidad, a la genialidad del arte del karate.
Aunque no todos los comienzos son necesariamente el principio, retrotraernos a un viaje a través del tiempo y del espacio de 3.000 años atrás, es un buen comienzo para lo que nos concierne. Y lo que nos concierne es descubrir los secretos más herméticos del karate y los misterios que ocultan sus kata.
Pues bien, si queremos llegar a algún lugar será mejor que comencemos.
En este épico punto de la prehistoria, los “Kumaso” (hombres que atacan a los osos) migraron desde el oeste de Asia, atravesaron Japón, y se establecieron en Okinawa. La mención de este dato, arroja luz sobre porque permanecen en Okinawa costumbres muy antiguas del Japón, como por ejemplo la lucha sumo, y por eso Okinawa se ha venido a denominar “el museo ancestral del Japón”.
La larga marcha del TEGUMI más allá del terreno que nos ha traído, arranca pues, con “los hombres que atacaban a los osos”, pero los primeros indicios históricos datan de 1.139 (M. Tamemoto).
Este TEGUMI “ancestral”, antecesor del TEGUMI del karate, no es más que una variante primitiva del sumo, que incluía también golpes y llaves.
Sabemos que dicho TEGUMI ancestral, todavía no era karate, ni se inspiraba en katas, pero en cambio convivía con prácticas marciales de hechicería connaturales al hombre de Okinawa denominadas “mano del infinito” o TE, que se usaban para abrir brechas en el “tiempo”, accediendo a dimensiones desconocidas de conciencia, hasta derivar a otro tipo de realidades, alcanzando así el auténtico conocimiento interior.
Hablar del TEGUMI (ancestral) y del TE es referirnos a un ámbito de enorme trascendencia, puesto que ambos configuran uno de los elementos más emblemáticos de Okinawa, aunque sin corresponder todavía al TEGUMI (clásico) del karate por antonomasia y a sus magistrales katas, del que haremos mención más adelante, sino a un homónimo suyo que presumiblemente preludia su génesis. Pero eso es harina de otro costal que abriremos en breve.
CONTINUARÁ…
EL KARATE OCULTO TIENE SUS RAZONES.
EL KARATE OCULTO TIENE SUS RAZONES
Dicen que, “la habilidad más grande del hombre está en saber ocultar sus habilidades”.
Nunca entendí el porque de esta frase de sabiduría oriental, hasta hace poco.
Ahora, sólo me queda tener las experiencias suficientes, para valorar el ponerlo en práctica.
Me explico.
En cuanto una persona comienza su andadura en el mundo de las artes marciales, es adiestrado para realizar cantidad de gestos y conductas.
Denominamos “tradición” a ese bagaje transmisible de generación en generación.
Pero el estudioso “interno” del arte marcial, denominado “UCHI-DESHI”, conocedor de que la sabiduría no se da, se conquista. Y de que no se aprende, se descubre…no se conforma con la práctica adocenada que le ha sido impuesta a raíz de una tradición cuyo motivo es nivelar a la baja todo lo marcial, y también lo humano. Para decirlo de otra manera, que se solidariza con la mayoría para bajar al más diestro.
Una tradición con un significado subliminal: la no creencia en un arte superior.
Una tradición,las más de las veces, muy edulcorada o distorsionada respecto a la idea genial que el arte marcial puede haber tenido en sus inicios, fundamentada en:
Moverse abandonado a la corriente, lograr la victoria cediendo, uso del sistema dinámico físico interno y de la energía “KI”, etc...
Todas estas ideas de ARMONIA han sido sustituidas por el fisicalismo reductivo que se condensa en las máximas:
Más alto, más lejos, más fuerte, más lejos.
El hecho es que, al evolucionar, el “UCHI-DESHI” toma distancias respecto a la educación que recibió. A partir de ahí su saber desborda los límites de una tradición impuesta.
Al esforzarse, por evolucionar hasta llegar a los “OKUDEN” o principios secretos, que no son más que conceptos Universales, llega a la conclusión de que la tradición impuesta carece de sentido para una progresión que merezca la pena, y que incluso a veces resulta insostenible para el sistema locomotor.
El caso es que, pronto un “UCHI-DESHI” se convierte en objeto de escándalo para el karateka común que entiende de principios externos y esforzados pero le es incomprensible el “OKU”, la profundidad del arte.
Es entonces cuando el hombre que ha llegado al “URA-GEI”, el arte oculto, con sus ideas geniales que una vez dominaron el arte primigenio, es percibido como un intruso peligrosamente disolvente que debe ser censurado, o por lo menos, desestimado.
Es así como “saber ocultar las debilidades” se lleva a la práctica en el único salvavidas posible: “antes parecer loco con los más que cuerdo en solitario”.
Programa de grados Cinta negra primer Duan.
CINTA NEGRA PRIMER duan
·
FORMA
FORMA CORTA (del estilo presentado) CON APLICACIÓN COMPLETA
Se intercalará cada pasaje de la forma con uno de aplicación.
·
ARMAS
FORMA DE ABANICO (del estilo presentado).
·
MANOS PEGAJOSAS
Construir una CADENA DE MÉTODOS
PROGRESIVA Y ASCENDENTE:
Comenzar por MÉTODOS DE UNA MANO.
Progresar a matriz de dos
manos (Si-Tzen-Tuei) con inversiones y en desplazamiento.
Seguir con BUCLES de las energías
fundamentales.
Finalizando con MÉTODO DE
ENERGIAS ANGULARES en gran desplazamiento.
Pudiendo rematar el trabajo
con una llave de Chin-na o derribo de Shuai-jiao.
NOTA.- La prueba de examen debe ser
realizada de acuerdo a los siguientes términos:
- Protocolo
de presentación adecuado (en ángulos visibles por el tribunal, con respeto,
saludos, tiempo prudente en la ejecución y
estética en la presentación).
- Desarrollo
preciso de la técnica (posturas
y posiciones correctas, movimiento relajado y poderoso).
·
ORIENTACIONES TEORICAS
Fundamentos
del Tai-chi-chuan.
Conocimiento de las posiciones.
Conocimiento de los
pasos y evasivas.
Energías fundamentales.
Energías de los 5
Elementos.
4 Energías operativas.
Energías de transmisión.
Energías sensibles.
Energías esenciales.
Conectores del
Tui-shou.
Fases temporales del Tui-shou.
PODRÍA SOLICITARSE LA EXPLICACIÓN DE
ALGUN TERMINO TEORICO.
EN CASO DE DEFICIENCIAS EN LA EJECUCION TECNICA
PODRÍA SOLICITARSE LA DEMOSTRACION
Video En busca del combate olvidado del karate.
EL SILENCIO TAMBIEN HABLA
La COMPRENSION aquí vertida,
trata sobre la dimensión perdida del karate, aspecto sin el cual carece de
coherencia la supervivencia conjunta del KATA y del KUMITE actuales. Salvo que
el pretendido o inconsciente objetivo sea la estética del KATA, por un lado, y
el sentido estratégico del oportunismo y el punto del KUMITE, por el otro, en provecho
de un marco competitivo, o si acaso, gimnástico. Que también es muy loable.
Ahora…llega
el precioso momento entre un pastel, y el momento en que se destapa el pastel.
Disfruten del vídeo, apto sólo para entendimientos que bullen fuera del prisma
del karate ordinario.
Félix
Bargados Díaz.
Somos
hijos de nuestros errores, así como de nuestras verdades. Sean estas de
intelección propia, o de la comprensión transmitida de nuestros
predecesores.
Los mundos
interiores propios que el hombre edifica a través del COMPRENDER,
conducen a modificar el mundo exterior de todos, a través del
DECIR y del HACER.
Los KATAS
modernos han sido re-diseñados a principios del S.XX, en un escenario marcado
por principios ornamentales y de adoración a esquematismos geométricos, de
dinámica atlética “in extremis”, azuzados por el “efecto espectador”.
Nota.- El kihon
y los kumite convencionales, son una prolongación de las mismas ideas.
En un terreno
nada próximo y muy distinto, el SHIAI-KUMITE, diseñado sobre 1.950 tomando como
base el jiyu-ippon-kumite (1.935), nace como producto de intercambios pugilísticos
occidentales, sobre principios del “tocar y no ser tocado”, al filo de la
navaja entre la distancia lejana y la propia del impacto (MA).
Pero así como coronarse
de brocados de oro no disimula el yerro; ni la belleza del KATA, ni la eficacia
del SHIAI pueden ocultar lo que nos falta: la forma de combate genuina (TEGUMI),
co-extensa con el kata fundacional, como reproducción exacta de un modelo de
combate en distancia “próxima” (TE-NO-TE). Donde la perfecta conexión de manos
pegajosas, posibilitó que todas las técnicas de los katas tuvieran un día, su hábitat
natural y su correcto desenvolvimiento en situaciones que les son propias:
golpes, empujones, tirones, agarres…con sentido de flujo continuo. Así es como posturas
de apariencia estrambótica en bunkai y que naufragan en shiai, son ahora
operativas; o lo que es más, tan singulares como exclusivas en ese contexto.
Así como tener
los pies bien puestos en el suelo, me hace consciente de que esos tesoros
ancestrales ya nunca tendrán aceptación popular; también mirar a las
“estrellas” me crea expectativas ¡de que sí! Sí puede renacer, en la privacidad
de algún experto, lejos de la estulticia de lo profano. Porque tan bien sabido
como aceptado es, que el karate tiene su amplio futuro deportivo bien trazado a
base de antorchas olímpicas, sustitutorias del fuego marcial que fue en su
momento de mayor gloria.
Siendo consciente
de la certeza de la ineluctable realidad ¿Qué me mueve a compartir los tesoros
perdidos del karate fundacional?
En cuanto al
hacer se refiere, mi satisfacción es el disfrute que algún estudiante
venidero obtenga de estos conocimientos. Porque los hombres compartimos
el conocimiento, no exactamente como una tarta se reparte, sino como la
alegría se reparte: cuanto más se reparte, más se tiene.
En cuanto al
DECIR ¿Qué debo decir tanto de la obliteración de los conocimientos originales,
como de las mixtificación del KATA moderno que muestra su doble cara de
incoherencia con el KUMITE?
Pues…así como
al hablar decimos lo que nos interesa decir, mientras silenciamos el resto,
quizá lo más. Hay cosas que se pueden decir sin decir, porque el silencio se
encarga del verdadero decir.
Así que por el
momento, sólo puedo decir sin decir que, quizá…nuestra gregaria sociedad que se
debate en el eterno dilema entre convicciones (ética) e intereses (política),
se desarrolla en base a que unas cosas se ELIJAN y otras se DESIGNEN.
Un Paseo por las fases temporales del Tui-Shou.
UN PASEO POR LAS
FASES TEMPORALES
DEL
TUI-SHOU (10)
“Las cosas grandes tienen principios pequeños,
y las muy grandes invisibles”
Flexible y poderoso es el brazo del Tui-shou, y sorprendente el empuje que nos propinará si no atendemos sus cosas pequeñas. Pero para atenderlas, primero hay que verlas. Y como suele decirse, lo esencial es invisible a los ojos.
Y a propósito, las fases temporales del Tui-shou, de las que vamos a hablar, son invisibles a un primer vistazo, pero esenciales porque son la ley natural de la no-resistencia que fluye siempre hacia amplios espacios abiertos.
Las fases naturales forman parte de un continuo de movimiento indiviso en ciclos, que ambos compañeros realizan alternadamente tomando los brazos como tentáculos en acción.
Esta indivisibilidad es lo que las hace invisibles, a causa de que cada una de ellas dura una fracción de segundo, imperceptible para el ojo y se solapan de manera indiscernible en estado de “sobrevuelo” unas con otras.
Por esa razón tenemos que explicarlas, y explicarlas bien. Y, antes de integrarlas en una teoría completa, como algo grande en interacción con el oponente, usted tiene que imaginarlas recortadas del “continuum”, en secuencia, desglosadas para el estudio del punto del flujo donde se atasca la energía.
Para empezar hay que decir que, el Tui-shou palpita en círculos que van y vienen. Pero esos círculos poseen fases energéticas bien diferenciadas. Si se realizaran los círculos y no se mostraran las partes, nadie se daría cuenta de ellas. Así que como diría Jack el Destripador: vayamos por partes.
Observando al detalle digno de la mayor lupa, en el empuje de manos, podemos atisbar las diferentes intenciones vistas al detalle, que se suceden alternativamente en cada ciclo yin-yang y que son responsables de que el cuerpo funcione como una esfera elástica rodante, en una avalancha cada vez mayor de nuevas posibilidades.
Cada círculo es un ciclo.
Recibir (Shou).
El hemiciclo yin es el que corresponde en un juego de lanzar la pelota, a la parte en que se amortigua la recepción de la pelota que nos ha sido lanzada. A este hemiciclo lo denominamos “recibir”.
Sirve para “conocer al adversario sin que me conozca a mi”. O sea, conocer sus intenciones. En esta fase hay que ser pasivo y esperar a ser movido por el otro, por eso decimos que, “la libertad reside en no tener que elegir”.
Devolver (Gong).
La parte Yang corresponde a la parte en que, inmediatamente después de recibir la pelota, la lanzamos con energía al compañero. Denominamos “devolver” a esta parte del ciclo.
Expresa la energía propia, “como el bambú” que devuelve el golpe por deflexión, pero aún se puede decir algo más, devolvemos la energía positivando problemas adversos.
Ahora lo suyo será explicar cada una de las micro-partes que componen cada hemicírculo, y es lo que vamos a hacer a continuación.
ANÁLISIS DEL HEMICIRCULO “RECIBIR”
Desde la óptica de una lupa con mayor resolución, si observamos el hemiciclo “recibir”, veremos que se compone de tres fases bien diferenciadas:
Ceder, neutralizar y guiar.
Ceder “Zou”
Comoquiera que “no hay nada tan fuerte como la suavidad”, tan pronto como el brazo opositor establece contacto y presión con nosotros, el vector intensidad, dirección y penetración provoca una reacción automática en nuestro cuerpo, una “alerta temprana” por rotura espontánea de la simetría flotante. En la que, en lugar de resistir, hay que ceder imaginando que las piernas son grandes muelles.
Jugar a recibir la fuerza y sentirla en el baricentro. Para eso, hay que transformarse en una gran pelota virtual que cede, yendo en la misma dirección del oponente mientras nos apoyamos en una caída interna gravitatoria hacia la posición correspondiente. Todo esto se desarrolla con la cualidad elástica y volumétrica de comprimirse o expandirse para seguir sus intenciones a favor de la linea vectorial del oponente, consiguiendo así que se entregue psico-fisicamente sin ser consciente de ello a causa del contacto melifluo y por tanto sutil.
Jugar a recibir la fuerza y sentirla en el baricentro. Para eso, hay que transformarse en una gran pelota virtual que cede, yendo en la misma dirección del oponente mientras nos apoyamos en una caída interna gravitatoria hacia la posición correspondiente. Todo esto se desarrolla con la cualidad elástica y volumétrica de comprimirse o expandirse para seguir sus intenciones a favor de la linea vectorial del oponente, consiguiendo así que se entregue psico-fisicamente sin ser consciente de ello a causa del contacto melifluo y por tanto sutil.
“Como una pelota flotando, cede ante un empuje”.
Esta fase puede durar una décima de segundo, y le sirve al cuerpo como “sensor de ponderación” para interpretar la línea vectorial, dirección e intensidad del ataque del oponente, atemperando la virulencia del embate. De modo que con esta sutileza que propone el Tai-chi-chuan, se puede afirmar que “mi técnica no es mi técnica, es la técnica del adversario”. Es decir, su propio movimiento le deja a merced. Y por ende, podemos añadir que donde crece el peligro crece también lo que nos salva del peligro.
Neutralizar “Hua”
En la fase anterior, a medida que el oponente actúa sobre mi, me deja incómodo en la cesión que comprime la estructura propia, pero una vez que la cualidad giratoria se añade al sistema, hay que permitir que la fuerza del oponente siga actuando, y unirse a su moviendo, que va girando con nosotros a modo de una pelota sobre el agua que reflecta el ataque del oponente, y me coloca en una compostura cada vez más cómoda.
De modo que, cuando el adversario quiera dar un portazo, que lo de sobre una puerta giratoria. O sea que, si a la zaga me dejo llevar por el rebufo del movimiento del adversario, y lo manipulo sobre la marcha a favor de su estela, será desbordado.
Una vez me he mostrado gentil en la fase de ceder, yendo hacia donde desea y con solución de continuidad se deriva por decantación acentuándolo a una solución favorable, cumpliendo así el principio de “economía de energía”. Valga como ejemplo que, cuando empujamos un globo aerostático de frente, nos desborda por un costado. De igual modo quitamos su apoyo del lado atacado y lo ponemos del lado contrario, bailando con el flujo “sin resistirnos a la fuerza del adversario, pero tampoco dejarnos arrastrar por ella”.
Una vez me he mostrado gentil en la fase de ceder, yendo hacia donde desea y con solución de continuidad se deriva por decantación acentuándolo a una solución favorable, cumpliendo así el principio de “economía de energía”. Valga como ejemplo que, cuando empujamos un globo aerostático de frente, nos desborda por un costado. De igual modo quitamos su apoyo del lado atacado y lo ponemos del lado contrario, bailando con el flujo “sin resistirnos a la fuerza del adversario, pero tampoco dejarnos arrastrar por ella”.
Es decir, “si viene lo recibo, si marcha le dejo ir”.
Esta forma de rodear el embate y de redireccionar la propia fuerza del adversario, lo “lleva” a una situación donde obtendremos “control” sobre él en la siguiente fase.
Guiar “Yin”
Después de la fase de neutralizar, somos propietarios de la fuerza del oponente, tomándola prestada con un poco más de energía por nuestra parte, hacia un ángulo de perturbación, sacándole de su centro.
Esta capacidad de alteración no es más que un ingenioso “sistema de guiado activo”, sobre-extendiendo o recortando su intención, al socaire de la fuerza del enemigo, siguiendo la inercia en la dirección que el oponente ha puesto su intención, para así “romper su eje central” o “romper su figura” o desestabilizarle de acuerdo con la “teoría dimensional”: profundidad (de alante a atrás), anchura (de lado a lado, cruzándole) en altura (dirigiendo la fuerza desenraizante hacia abajo).
Esto puede dar lugar a uno de los siguientes arquetipos tácticos de base:
Sobre-dimensionar
Sobre-dimensionar
Extender al oponente, absorbiéndolo, llevándole más allá de donde estaba dispuesto.
Infra-dimensionar
Infra-dimensionar
Encoger al oponente, expandiendo, acortando su movimiento mientras lo desarrolla.
Inmediatamente después de la fase de llevar, se enlaza con el hemicírculo Yang de devolver.
ANÁLISIS DEL HEMICIRCULO “DEVOLVER”
Sellar “Na”
Tras el “tipping point” o punto en el que la tendencia se invierte llegamos a la fase de “sellar”. Tras guiar al otro, que no es más que sacarle de su centro aprovechando el chance, llega la fase de sellar.
Sellar es "ponerle la correa".
Una vez que ha sido comprometida su estructura, y antes de emitir energía en el hueco del oponente es necesario capturar su centro y fijárselo al suelo. En el sellado, capturamos cualquier parte del cuerpo del oponente y se le fija para que no pueda seguir. Esto cancela de paso, su proceso de pensamiento, evitando así emitir energía a tontas y a locas en la siguiente fase.
Emitir “Fa”
Una vez pasadas las fases anteriores, que pueden ser prácticamente instantáneas, se descarga la verdadera acción ofensiva. En ella brota la energía hacia el oponente en forma de empuje o de cualquier otra índole.
Como “no hay mal que por bien no venga”, el círculo creado desemboca siempre en una situación reconocible como alguna postura de las formas, porque ya la ha estudiado en alguna forma. De modo que, donde hemos de actuar con eficacia emitiendo la energía, no ha sido impuesto por nosotros, sino iniciado en la adaptabilidad al oponente.
Este es, por tanto, el culmen de la acción y hay que tener cuidado de no traspasar el punto de no retorno, puesto que el oponente podría realizar una contramedida y habría que adaptarse sobre la marcha. Apuntar a su centro, a través de las “ventanas”, que son los huecos que dejan los brazos, desequilibrar o derribar a través de las “puertas”, que es el vacío central, equidistante entre las piernas y luxar, empujar o tirar de su centro a través de los escudos, que es la alineación de fuerza de los brazos del oponente.
Enlazar “Lian”
Debe cuidarse de no escayolar el final de la técnica, porque si el oponente realiza una contramedida, debe poder “seguir” y después enlazar con otro nuevo ciclo y en perfecta solución de continuidad.
Con esto quiero decir que, después de emitir la energía no se frena bruscamente, sino que se sigue un poco en la misma dirección, redondeando la acción, antes de rebotar, a fín de no dejar rastros de la acción en el sistema de escucha del oponente.
Me parece procedente añadir ahora que, cada ciclo yin-yang se sucede con la típica relación en ristra y con un desarrollo pendular muy relajado, dejando que la energía recorra el cuerpo del oponente y regrese a nosotros de nuevo. Continuando una acción por la inercia de la anterior, sintiendo la zona que emite energía y la que recibe. Pero también sintiendo el espacio entre el brazo que nos protege y el cuerpo.
Asertivo en la conducta, mixtura en los conceptos y lisura en la temporalidad de las fases, que se suceden a una velocidad y automatismo tal, que parece que sean instantáneas.
Y ahora contradiciendo su pensamiento de que esto es complejo. Ha de saber que, todo esto no es complejo, es solo complejo en su explicación. Porque simplemente es natural. Aunque bien es cierto que el hombre normal ya no es natural, es normal lo antinatural, y es así como lo natural pasa a ser antinatural para el hombre normal.
Visto lo anterior, hemos de concluir con que los Goliats que emplean la fuerza, la resistencia y la insistencia, no cuentan en los campos de batalla porque aunque son personas fuertes e incluso a veces le persigue la inteligencia, esta no los alcanza porque van veloces y fuertes por los caminos más frecuentados, que son los que más engañan. Estos caminos son los de hacer las cosas sin adaptarse a las circunstancias. Y lo que en realidad cuenta en positivo, es adaptarse en armonía a las circunstancias, a favor de un continuo de fases que transforman lo inconveniente en conveniente.
El hombre natural posee dicha cualidad, y es ligero como la brisa, en un cuerpo que no pesa, sus pensamientos no atan, sus deseos no apresan, y sus acciones tienen lugar al filo de la navaja, localizado en el “clinamen” entre decidir y no decidir.
La cadera debe flotar sobre las piernas en una “sinergia rodante”, aunque el oponente lo sentirá una pesada y poderosa bola de cemento que rueda a favor de contrapesos internos creados por el oponente.
Todo movimiento que inicia el adversario sobre nosotros, reverbera en el centro de gravedad, y el cuerpo se integra como un todo global esférico, en conexión perfecta. La cadera debe ser un regulador direccional y espacial de las técnicas en base a los giros flotantes y al efecto motil entre las piernas.
La sinergia esférica es tal que cuando una mano se mueve todo el cuerpo se mueve, y cuando una mano para, todo el cuerpo se detiene. Pero esa energía que se moviliza es líquida, como el agua, lo que hace que los brazos sean flexibles como dos serpientes. Porque “aunque no veamos poder en un vaso de agua, cuando se convierte en vapor puede mover los pistones mas poderosos de una máquina”. Llamamos a esto, “brazos plegables”, aunque en momentos de expresión de energía, estos se rellenan como una manguera se rellena de agua y en ese momento son “brazos indoblables”, pero siempre elásticos como los de un felino. Con el aroma remoto de un tigre, cuya espectacular energía mental proviene de una NADA de fondo que se abandona a las circunstancias. Una NADA energética de potencialidad pura, que es el destino que los dioses han querido para nosotros.
Y así como un tigre no se esconde de su naturaleza, no hay que esconderse de la nuestra, solamente basta con ser lo que es, dispuesto a morir a cada instante, viviendo el ahora en acecho relajado, en un despreocupado presente.
Artículo Original de FELIX BARGADOS.
Todos los derechos reservados.
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