Lo que no se cuenta.


Félix Bargados Díaz.

LO QUE NO SE CUENTA

Por mi pequeñez, soy consciente de lo poco importante que la fresca experiencia de mis descubrimientos, puedan ser para la grandeza del karate actual. Pero aún así, me veo en la obligación moral de abrir la ventana del misterio a un horizonte esperanzador en memoria de los siglos, para quienes ya hayan atisbado el “callejón sin salida” del karate “tradicional”.

Las grandes ideas tienden a diluirse con el paso del tiempo, porque las cosas del hombre siempre decantan a la modalidad promedio.
De hecho, el karate, en su origen, fue una idea genial.
Pero…cuando los maestros del karate chino “ORIGINAL”, de la edad de oro de Okinawa, trataron de enseñar su formidable arte a los japoneses: karate de gran naturalidad, de fiel coherencia entre el kata-combate (tegumi), y piedra angular del desarrollo de la energía interna (ki). En vez de enseñarles la majestuosa idea original, sorprendentemente, instituyeron un nuevo modo, industrioso y enlatado de enseñar, que lo cambió todo.
A saber:

-TECNICAS ESQUEMATICAS Y GEOMETRICAS, que sustituyeron a originales movimientos naturales de antaño.

-MOVIMIENTOS CONGELADOS QUE SE PARABAN EN SECO con tensión trabada, seca y fijando las cadenas articulares, que antes lo fueron en fluido continuo.

-USO DE LA FUERZA MUSCULAR para el arranque de la técnica y sobre todo para el fijado final, como contraposición al uso del cuerpo relajado, en resorte neumático, que se mueve a favor de la gravedad y con la añadidura de la energía interna.

-POSICIONES AMPLIAS BAJAS Y FIJAS en un bloque estampan la realidad en momentos muertos. En vez del uso de la raíz como principio de contención gravitatoria flexible y motil.

Pero eso no es todo. En una última revisión del karate, tras la segunda guerra mundial, y ante la flagrante inutilidad del kata en combate, florece un invento supino: El bunkai.
El bunkai consigue un buen efecto visual en los principiantes, el de dotar al kata de “sensación de enemigo”. Cosa que no ha repercutido positivamente en la recuperación combatiba de antaño, porque tan higienizado es que se basa en interpretar frívolamente el kata, en vez de interpretar las intenciones cambiantes y espontáneas de un oponente. Para explicarlo de otra manera, el bunkai se basa inventar técnicas “cortesanas” que encajen con las técnicas no menos “cortesanas” del kata, lo que nos lleva a que como producto final, en vez de tener un kata-esquema, tenemos dos katas-esquema. Un kata-esquema en solitario, y un kata-esquema a dos personas. Nada que ver con el tegumi-kata.
El verdadero kata no es práctico porque tenga aplicación en tegumi.
¡¡¡Nada de eso!!!
Es práctico porque tiene su origen en el tegumi y se gesta desde él.

Tras estas crudas revelaciónes, lo correcto sería preguntarse:
¿Pero entonces, por qué se han transmitido tales imposturas?
Fácil de entender. Pero
Ese MISTERIO tan sorprendente como inexplicable, lo contaré en breve...

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