Contact Karate.
Horario : martes y jueves 19h.
Contact Karate |
Los llamados deportes de contacto, tal como los conocemos hoy en día, son el resultado de la evolución de diversas artes marciales.
Por tanto podemos decir que en el caso del Kick Boxing Americano y el Oriental, estos llevan impresos en sus genes el Karate Moderno.
Tanto en el Kick Boxing Oriental, originado en Japón, con el llamado Karate de Contacto (Kyokushin) y sus derivados.
Como en el llamado Kick Boxing Americano, que tomó algunos estilos de Karate con influencia de Okinawa, los cuales inundaron el mundo durante gran parte del s. XX, y que en Estados Unidos en la década de los 70´ sirvieron de base marcial, entre otras, para que surgiese la versión occidental de los denominados Deportes de Contacto.
Grandes Maestros y excelentes artistas marciales de diferentes estilos de Karate sentaron las primeras bases de lo que más adelante originaría el boom de las Artes Marciales como espectáculo, que en la actualidad culminan con el K1 y las MMA (Artes Marciales Mixtas). A día de hoy, todas estas disciplinas son reconocidos sistemas de combate por su eficacia y alto nivel de exigencia física.
En este contexto el CONTACT KARATE pretende reivindicar su parte en la historia de los deportes de contacto y que quizás esté algo olvidada. Para ello, el Contact Karate hace uso de lo que sin lugar a dudas es su mayor patrimonio: su metodología, sistema pedagógico y por supuesto su código de valores, el cual se transmite de generación en generación y que todos los practicantes de cualquier Arte Marcial tenemos la obligación de conservar.
Así pues, el Contact Karate es un sistema de combate moderno, siendo su forma de golpeo el pleno contacto, el cual se enseña y practica según los criterios de las Artes Marciales Tradicionales.
EL EJE CENTRAL NOS HACE LIBRES -presentación del vídeo-
EL EJE CENTRAL NOS HACE LIBRES
presentación del vídeo
Libres...
El hombre ya nació libre.
Desbloqueado.
Pero con el tiempo aprendió a encadenarse.
Aprendió a bloquearse por todas partes. Y para más inri, se buscó la manera de
practicar con método sistemático, como encofrarse aún más; con espurias
costumbres tradicionales labradas a conciencia, como atirantar la espalda, y
con actitudes grotescas de presentar el pecho y forzar los lumbares a fin de
estar más rectos y estancados –ITSUKU-.
Puro veneno.
Tiene su gracia porque…nada está mal si lo deciden cien o mil maestros.
El próximo tesoro
perdido del karate que explicaré, es el solar sobre el cual se construye todo
un karate que merezca la pena. En todo caso, abrazar el espíritu del concepto
que voy a mostrar, seguro que supondrá un bello amanecer plagado de muchas
experiencias…para quien lo entienda.
Me refiero al milenario SEICHUSEN (正中線) SEI: correcta, CHU: central, SEN: línea.
Nada que ver con
poner plomada, regla y cartabón en la espalda.
Estar recto como un poste es tan fácil como falso.
Pero no natural.
Fácil y natural a veces juegan en equipos contrarios.
Pero no natural.
Fácil y natural a veces juegan en equipos contrarios.
Eje central no significa estar vertical, también uno puede ser animal y persona
libre y doblarse por la cintura o cadera y seguir haciendo bien las cosas. Por
tanto, se trata más bien de disponer de un hilo virtual en el interior que nos
impulsa hacia abajo, y a la vez, nos hace flotar ligeros hacia arriba en medio
de un centro de equilibrio –DAN-TIEN-, permitiendo aflorar con libertad los
juegos de “KI” desde el interior.
Por tanto, Seichusen supone dos principios opuestos –YIN-YANG- que serán
soporte funcional de toda técnica que se precie:
Primero,
HANGINGU-SEICHUSEN, -colgado de un hilo-. Como un péndulo, con la sensación de
un chorro fresco que cuelga y fluye libre como un salto de agua hacia la
tierra.
Segundo,
FUROTO-SEICHUSEN -suspendido de un hilo-. Ligero y vaporoso como un globo que flota
con libertad hacia el cielo.
Ambos conceptos actuando simultaneamente, liberan el cuerpo de la tiranía muscular que estanca el cuerpo, y permiten
generar GAMAKU, -caída interna gravitatoria por el efecto péndulo colgado de un
hilo-, que posibilita a su vez generar ondas ascendentes. Y favorecen además,
transustanciar el cuerpo a CHINKUCHI, -resorte neumático que proviene de un
equilibrio central-. Este es un poderoso tenso-elástico muy consistente,
similar al factor deflexión que también ostenta el bambú, que puede doblarse y
volver con sorprendente energía potencial. Así es como se generan ondas de
choque FAJING, muy refinadas. Que ahora, haciéndome eco del retrovisor de la historia, puedo decir que ha resultado degradado por el infantil rudimento del KIME que camina por los
tatamis de hoy en día.
Como complemento
de ambos conceptos anteriores, resulta obligado mencionar el principio de la
balanza –MYOUTOTE-. Que permite a través del eje flotante en plena libertad, desenfocar por un
lado y emitir por el opuesto en perfecta armonía –KIAWASE-, ante cualquier roce
del oponente, usando al cuerpo como un gozne hipersensible.
Y por último, el
FUDOSHIN –espíritu imperturbable-. El eje central, supone un abismo tranquilo
de quietud chicha, en alerta silenciosa -ZANSHIN- aún cuando por fuera nos
envuelva el mundanal ruido. Cualidad que reside en mantener la
imperturbabilidad serena del alma Y, alcanzando las cotas más sublimes del
arte, llega hasta tal punto que, movimiento y quietud son ramo de una misma y
sola cosa. En ese punto nos invade la sensación de un misterioso vacío más
hermoso que nunca se haya sentido: El vacío de no necesitarse sujeción de
ningún tipo.
Libre.
Una preciosa cosa que se puede llevar con uno mismo a todas partes, dondequiera que vaya.
Libre.
Una preciosa cosa que se puede llevar con uno mismo a todas partes, dondequiera que vaya.
Más allá de lo
anterior, y como una imagen vale más que mil palabras, y además vivimos en la
época donde los ojos son más testigos que las orejas, prefiero mostrarlo en un
vídeo.
Tan subterráneo
como evidente es que, mucha información es desinformación. Y por tanto, vivimos
la era del curioseo, de la información trivial. Donde ya no se ve, ni se lee
para extraer KENGAKU -estudio profundo que desvela la cara oculta de cada
cosa-. Es entonces cuando leer un escrito de más de cuatro líneas, resulta una
labor titánica, y por añadidura, un vídeo de más de veinte segundos atorra al
mas pintado.
Mis escritos están
fuera de la época. Y las ideas vertidas en ellos más aún, porque se alejan de
valores externos, de la cancamusa de tradiciones sinsentido y de creencias
propias de la moral de rebaño donde chismes y sospechas se confunden.
Paralelamente
baste advertir que, las ideas no son como las manzanas. Si yo intercambio una
manzana con otra persona, ambos seguiremos teniendo una manzana. En cambio, si
intercambiamos una idea, al final, ambos tendremos dos ideas.
Por eso soy partidario de no ocultar las ideas.
Que fluyan las ideas y los secretos que se encierran en ellas.
Las ideas deben fluir entre las cabezas, y a ser posible, por dentro de ellas.
No obstante, las cabezas suelen atrincherarse en mundos de yuppie, regidos por
credos, tabúes, estandarizaciones y estupidizaciones; donde las ideas pasan de
largo sin pena ni gloria.
Y eso no es bueno que yo lo haya sabido, porque así es como NO me esforcé ni un
ápice en que mis escritos fueran cortos, para que así los lea sólo el verdadero
especialista muy interesado en el tema. El vídeo también será un poco más largo
de lo que pueda aguantar un curioso, para que el secreto se mantenga entre los
verdaderos artistas marciales y así los demás se abstengan de banalizar.
Pero…
Si alguien consigue pasar la prueba de fuego, y visionar el vídeo que supera la
paciencia de la gente de a pie, la información seguirá estando fuera del
alcance del vulgarismo, porque si uno sabe lo que hay que hacer y no lo hace,
está peor que antes. Dicho de otro modo, después deberá probarse.
PRACTICAR.
Y…eso ya es otra cuestión. Si leer largo y tendido cuesta, y profundizar en un
vídeo largo cuesta, no digamos practicarlo.
Pero no hay otro modo, porque la carta del menú no es la comida.
La palabra agua no moja.
Un vídeo que versa sobre el agua tampoco.
Una persona podrá estudiar el plano de un monte, pero será un conocimiento
semántico que no pasa de las cejas para abajo.
Por el contrario, no hay nada como un paseo por el monte para sentir su
ambiente, su olor, sus sonidos...
Nada puede sustituir al conocimiento episódico. El cual es la verdadera
experiencia que se cuela hacia abajo y se somatiza en el cuerpo.
Para cerrar el
panorama, y como hablar no cuece el arroz, me pongo en acción desinteresada, y
en breve se abrirá el telón que anuncia la llegada de algo grande que quizá
pueda servirle:
El vídeo prometido.
Félix Bargados
EL OLIMPISMO CIERTO FRENTE A LA DUDOSA TRADICION
EL OLIMPISMO CIERTO FRENTE A LA DUDOSA TRADICION
Desde hace muchos años, grandes organizaciones con altura de miras, intentan
conseguir el dulce sueño de un karate olímpico. Objetivo no sólo lícito sino
lógico por el beneficio publicitario y económico que entre otras cosas supone.
Los detractores del olimpismo, siempre se han escudado en el temor a la
desvirtuación de la supuesta “tradición”, que ha llevado a muchos de la ilusión
al escepticismo, y por último a la accedia.
Tiene su gracia, teniendo en cuenta que el karate
que camina por las calles de hoy en día, es una especie de chucho con pedigrí
de dudoso origen y de rastro nebuloso, cabe preguntarse:
¿Qué es la tradición? ¿Qué es el karate
tradicional? ¿desde cuando el karate se considera tradicional y a partir de que
momento hacia atrás no?
El más común uso del término tradicional se refiere
al manufacturado karate de posguerra fraguado en Japón con un engatusamiento de
tintes estéticos y atléticos en lo referente a los kata, y con el reinvento de
un kumite que prenuncia un tipo de combate con parámetros claramente deportivos
y competitivos.
Quizá otros defiendan como tradicional el karate de
principios del S. XX, con el fundador a la cabeza y seguido de cerca por su hijo
y demás adláteres okinawenses, tratando de niponizar el karate.
¿Y porque no el karate con solera, de caracter
"interno", muy anterior y que se fue desarrollando desde el S.XII,
fundamentado en principios menos físicos, menos ornamentales, y una forma de
combate “próximo” que da sentido a la existencia de los kata?
Quizá en el futuro, el karate olímpico, no menos
deportivo que el que han sugerido los universitarios japoneses de la presunta
“tradicional” época de posguerra, pueda denominarse tradicional, obviando al
karate de épocas anteriores.
Y como que no existe tradición en el mundo que no
haya supuesto la escisión con una tradición anterior, afirmo que, en un mundo
donde la Verdad
es tan difícil de alcanzar, el paraíso se suele encontrar en las medias verdades.
Dicho lo cual, no es menos cierto que, desde que el
mundo es mundo, el hombre imagina cosas y después se hacen realidad.
Pues bien, ha llegado el momento de hacer una
realidad OLIMPICA, sin por ello ser excluyente de ideas anteriores. Donde cada
quien puede quedarse en el punto de evolución que desee, o puede rezar de una
etapa anterior del karate, sin dejar de seguir en paralelo la actual.
Puesto todo esto sobre el tapete, sería corto de
miras denominar “tradición” a lo que es simplemente una costumbre, y no menos
cabestro escudarse en ella. Porque no hay nada más irracional que interpretar
un papel tradicional para disfrazar una triste alienación.
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