EL INSTANTE
FILOSOFIA DEL TAI-CHI
FELIX BARGADOS
“El Tai-chi-chuan es meditación en movimiento”
El presente es magia. Magia escurridiza.
Nunca podemos asir el instante presente.
El instante se nos escabulle entre los dedos.
Sin temor a exagerar, puedo defender que el instante es divino, no pertenece al tiempo.
Mientras que el tiempo es el pasado y el futuro, el “instante” es eterno.
El instante es la eternidad hecha movimiento.
La caña de bambú, profunda, que atraviesa la corriente del río es como el instante.
El instante es lo profundo, y la corriente del río es el tiempo.
Para ser más claro, la eternidad circulando a través del tiempo, es el “instante”, mientras que los “planes de futuro”, son en realidad, el futuro. Y el “conocimiento de lo pasado”, es en realidad, el pasado.
Tanto los planes de futuro como el conocimiento de lo pasado es un lastre pesado para la mente.
Mientras que el instante es ingrávido y libre.
Por eso no podemos atrapar el instante. Sería como el naturalista que pincha con una aguja la mariposa en el corcho; entonces el instante sería instante muerto del pasado.
Así es el precioso flujo de movimientos del Tai-chi-chuan.
Lo único que existe en el flujo del Tai-chi-chuan, es instante presente.
Sublime instante presente.
Hacer planes sobre el movimiento siguiente, o corregir el instante pasado es un lastre pesado.
Lo natural sería no hacer planes sobre lo que ocurrirá y no atrapar lo que ocurrió, reflejarlo todo y no atrapar nada.
Por eso quién practica Tai-chi-chuan es ligero como una pluma al viento.
Y aunque la gravedad lo atrae por la raíz a la tierra,
puede flotar como un globo al cielo.
El instante no es afectado por nada.
Es espontaneidad y libertad.
Y así las cosas, nada podrá cambiar que, aunque sea de este mundo, parece como si no lo fuera.
Artículo Original de FELIX BARGADOS.
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